Es una pizzería, pero no por eso tiene que tener tragos feos. Bueno, esta si.
Muy bonito el lugar, tiene una terraza con calefacción muy agradable... (Los espacios al aire libre con calefacción en invierno son un buen invento), pero no pasemos de la pizza y la cerveza porque nos vamos a sentir bastante decepcionados. Cuando uno se pide un trago en un bar, es para pasar un buen momento, charlando con amigos. Pero si el trago es FEO, ese rato se hace menos apacible, porque cuando uno absorbe el liquido del vaso queda en la boca un gusto bastante desagradable, después la garganta se siente maltratada y por último el hígado nos detesta, y es probable que cuando volvés a tu casa te sientas un poco mal por el gusto inamovible que quedó en la boca.
El trago en cuestión fue una CAIPIRINHA. No es muy difícil de preparar... Hay que cortar algunas rodajas de lima y machacarlas en algún vasito con un par de cucharadas de azúcar. Después se pone Ron (el original lleva cachaza) y bastante hielo y se toma con pajita porque lo bueno es sentir la fruta con azúcar que queda abajo machacada.
PERO, si los gajos son escasos, hay más cascara que pulpa, la fruta es fea, tiene poco azúcar y el ron tiene mucho gusto a alcohol... la caipirinha deja de ser caipirinha.
De todas formas, algo bueno salio de todo esto, un nuevo trago llamado HIELO ETÍLICO.
Algo también que mostró el desinterés del barman, fue NO PONER el bordecito con azúcar. Un recurso bastante tonto pero que suma, y ni hablar de la rodajita de lima enganchada en el vaso... pero bueno, esa se puede obviar. En otras palabras, el trago fue horrible. Las frutas que tenían para preparar los cocktails parecían viejas. Daban la sensación de que ya no tenían gusto. De hecho un jugo de naranja tenía sabor a chupetín rancio.
En un bar que venden tragos, puede que sean fuertes o suaves, pero tienen la obligación de tener el gusto que corresponde, sino que le cambien los nombres así uno no se ensarta.
En un bar que venden tragos, puede que sean fuertes o suaves, pero tienen la obligación de tener el gusto que corresponde, sino que le cambien los nombres así uno no se ensarta.
Los precios iban de 14 a 25 pesos, pero está de más decir que no lo valen. Si bien el lugar es copado y la música es tranquila (Robbie Williams, Radiohead, algún acustico de Blind Melón), NO esta bueno para ir después de comer. Pedirte pizzas en Bakano puede ser una buena elección, de los tragos... mejor olvidarse.
Escribió: Melina R.N
Escribió: Melina R.N
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