jueves, 12 de noviembre de 2009

La razón de mi comer

A lo largo de mis 23 años he tenido el placer de haber probado o haber recorrido bastantes restaurantes entre los que servían desde comidas exóticas o étnicas, hasta autóctonas de argentina, donde uno puede degustar un buen plato de carne. La verdad agradezco que desde chica me hayan fomentado a "mejorar" mi paladar y así poder ser una de esos que "comemos de todo". Al principio mi pasión por probar nuevas comidas surgió como un hobby, iba algún restaurante y jugaba a degustar algunos platos, pero luego de a poco lo fui haciendo como algo más serio -a medida que me daba el bolsillo, claro está- e iba a los lugares, probaba cosas nuevas y los iba calificando en mi cabeza. Con el tiempo me hice lista para mí y mis allegados de de los mejores sitios, dependiendo de la comida y el servicio. Ya no me acuerdo cuantos fueron los que recomendé, pero lo que sí me di cuenta es que no a todos les gusta cualquier lugar y como no todos somos iguales, tenía que saber bien como era la persona para recomendarle algo. -¿Hay gustos y gustos no?-.
Hay mucha gente que juzga como es el aspecto por fuera, es decir que uno puede pasar por un restaurante "de lujo" y ver que está lleno y capaz uno va a una cantina de barrio donde no hay personas en traje o decoraciones extravagantes, pero la comida es suprema y exquisita. Yo me di cuenta que hay un montón de lugares así de barrio que tienen una apariencia no muy "aceptable" pero una vez que uno se arriesga y entra, te adentras en otro mundo completamente distinto.
Esto me pasó con una cantina que hay por Palermo, que debe tener máximo 6 mesas, donde te atiende una pareja que te hace sentir que son tus abuelos los que te están cocinando -a veces uno va a comer afuera y aún asi puede sentirse"como en casa" y disfrutar una rica comida "casera"-. No hay nada mejor que ir a un lugar y saber que lo que te están sirviendo no solo tomó tiempo y esfuerzo sino que también se puso historia en la comida. Supongo que es por eso que cuando uno va a este tipo de restaurantes, sale satisfecho por haber comido y se siente realmente lleno, no de panza sino de espíritu. Lo cierto es que estas experiencias hacen sentir que uno esta completo.
Yo creo que no todo tiene que ver con las apariencias, ya que según el refrán no hay que juzgar al libro por su portada. Tal como esta cantina, hay varios lugares que habría que arriesgarse e ir a probarlos, para así poder darse una "chance" de conocer algo distinto. No quería dejar pasar esta oportunidad y comentarlo, ya que en Quierounbar tenemos un espacio, no sólo para recomendar lugares, sino también para explicar un poco el porque de esta pasión que todas compartimos. Más adelante voy a postear la dirección de la cantina y de otros lugares para que aquellos aventureros que quieran dejarse llevar, vayan con la expectativa de disfrutar de algo nuevo, pero con historia.

Escribió: Nicole B.

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